Cómo afrontar el duelo en Navidad
Consejos para afrontar el duelo durante las fiestas navideñas
Las Fiestas Navideñas, son una época reconocida por ser el período del año de mayor felicidad y celebración, sin embargo, para las personas que han perdido a un ser querido es un tiempo de tristeza y nostalgia, en el que sienten que tienen que aparentar o hacer un esfuerzo sobrehumano para conectarse con la alegría que les rodea, llevando a que quien vive un momento así se cuestione ¿qué puedo hacer para vivir esta época navideña y de fin de año con menos dolor?
Por todo ello, CEMABASA, consciente de esta difícil situación, ha desarrollado junto con su Gabinete Psicológico, unos consejos y recomendaciones para ayudar en lo posible a sobrellevar estos días con la menor tristeza posible.
El duelo es la reacción normal que tiene lugar como respuesta a una pérdida emocionalmente importante, como es la muerte de un ser querido.
La experiencia del duelo en cada uno de nosotros es algo único, algo personal y que tiene que ver con nuestras actitudes ante la vida, ante nosotros mismos y ante los demás.
Ante la pérdida, duele el pasado, duele el presente y especialmente duele el futuro, por ello el trabajo con personas en duelo no solo incluye la pérdida de la persona fallecida, sino también todas las ilusiones, fantasías y expectativas no realizadas que se tenían para esa persona y su relación con ella.
Hay momentos en los que estas emociones se intensifican, como pueden ser aniversarios, cumpleaños o fechas de especial vinculación con la persona que ya no está.
Y, por supuesto, como no puede ser de otra manera, las fiestas de Navidad. Para muchas personas las Navidades son fechas de sentimientos enfrentados, puesto que hay que aprender a combinar los momentos de felicidad, como el reencuentro con los seres queridos o la ilusión de los más pequeños, con otros no tan felices como es la realidad de la ausencia.
Podemos señalar que no existe una forma correcta de afrontar estas fechas, ya que cada persona gestiona su duelo de manera única. Pero sí hay una palabra que debe centrar la atención de todos: el respeto.
El respeto ha de ser hacia todas las direcciones, es decir, respetar a aquellas personas que, debido a su dolor desean darle una tregua a la celebración, evitando la reunión y la asistencia a lugares con ambiente navideños, pero también, el respeto que deben profesar las personas dolientes hacia quien, siendo también afectado por la pérdida, estiman oportuno disfrutar de lo que rodea a la Navidad y que son capaces de gestionar su dolor de forma diferente.
Lo adecuado es no juzgarse a uno mismo ni a los demás por las reacciones en estos días, ya que cada persona expresará sus sentimientos de manera diferente.
Mientras que algunos experimentarán mayor sosiego, otros manifestarán rabia o tristeza, pero ninguno habrá olvidado a la persona fallecida y tampoco debemos caer en el error de pensar que, por la forma de gestionarlo, uno amaba más a la persona que ya no está con nosotros.
Para el procesar el duelo en cualquier época del año, y en especial en estas fiestas, es importante permitirse sentir plenamente la tristeza, la rabia, la nostalgia y el anhelo por esta pérdida y llorar cuando lo necesitemos, porque negar u ocultar las emociones añadirá sufrimiento.
También es importante permitir a tu corazón sentir el cariño y la gratitud de saber que has podido disfrutar de muchos buenos momentos con la persona que ya no está. Dicho lo cual, entendemos que hay unas pautas de especial interés que pueden ser de utilidad ante estas fechas tan señaladas.
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ANTICIPATE
Llama o reúnete con aquellos seres queridos con quienes compartirás esta Navidad y exprésales cuáles son tus expectativas respecto a estos días. Comparte con ellos tus emociones e inquietudes siendo honesto respecto a cómo te gustaría hacer las cosas este año.
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EXPRESA TUS EMOCIONES Y RESPÉTALAS
Es usual que experimentes una intensa montaña rusa emocional. El dolor llega en oleadas. Podrás sentirte tranquilo por un rato y repentinamente experimentar una tristeza profunda o un intenso enojo. Sé comprensible y respetuoso con tus emociones.
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ENCUENTRA NUEVAS ACTIVIDADES
Piensa en actividades que te resulten consoladoras. Es aconsejable que hables con tus familiares sobre estas nuevas actividades que deseas realizar. Se recomienda hacer aquello con lo que uno se sienta cómodo, estableciendo expectativas realistas tanto para ti mismo como para los demás.
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ACEPTA Y SOLICITA AYUDA
Acepta la ayuda práctica que te brinden tus seres queridos para organizar la celebración como, por ejemplo, ofrecer la casa como lugar de encuentro, cocinar, etc, puesto que eso puede alivianar el camino.
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RELAJA LAS EMOCIONES DE LOS DÍAS PREVIOS
Las semanas previas a Navidad suelen ser más estresantes que el día que se producirá la reunión. No tenemos fuerzas ni deseos de asumir los preparativos de este día, de ahí que la expresión y la comunicación sean tan relevante.
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TÓMATE RESPIROS
Durante las fiestas de Navidad es posible que te sientas abrumado por los preparativos, así como también por las emociones que afloran durante el encuentro familiar por lo que, cuando el dolor te resulte agobiante, busca un espacio tranquilo de la casa en donde puedas tomarte unos minutos de descanso y disfrutar de efectivas estrategias de relajación.
Es importante que la familia pueda construir una Navidad con un nuevo sentido para ella, puesto que la ausencia nos genera sentimientos de dolor indescriptibles. El estar juntos ha de ser un consuelo y sentirse arropado es la mejor forma de procesar el duelo.
Fernando González. Psicólogo Asociación Alma y Vida