La psicóloga de PFB, Miriam Vázquez, recuerda la importancia de darse permiso y adaptar las celebraciones a las necesidades emocionales de cada persona
La terapia psicológica, ya sea individualizada o en grupo, es un recurso clave para la mejora del bienestar emocional
Badalona (Barcelona), 22 de diciembre de 2025. Las fechas señaladas, como las fiestas de Navidad, pueden intensificar el sufrimiento emocional de las personas que se encuentran en proceso de duelo. Ante este contexto, PFB Serveis Funeraris ofrece recomendaciones para afrontar estos días desde el autocuidado, la gestión emocional y el respeto de los propios ritmos.

Tal como explica Miriam Vázquez, psicóloga sanitaria y coordinadora del servicio de Atención en el Duelo de PFB, «sabemos que, en el duelo, la anticipación a menudo hace más daño que el propio momento. Y cuando es la primera Navidad sin esa persona querida, los miedos, la incertidumbre y la angustia acostumbran a intensificarse».
Entre los puntos clave a tener en cuenta, la profesional de PFB destaca la importancia de darse permiso: «Permiso para no hacer lo de siempre, para retirarse si es necesario, para emocionarse, para no celebrar alguno -o ninguno- de los días, para celebrar solo lo que cada uno sienta».
En este sentido, Vázquez señala que «en el duelo no hay ‘tengo que’, por eso, soltar estas exigencias internas acostumbra a ser un gran alivio».
La ayuda profesional puede ser fundamental en situaciones de proceso de pérdida. En este sentido, PFB ofrece apoyo emocional a las familias en duelo tanto de manera individualizada como mediante grupos de acompañamiento, que se reúnen mensualmente en dos turnos – mañana y tarde-.
Durante el periodo navideño, estas sesiones grupales se preparan de forma especial, «con el objetivo de reconfortar a los participantes y ofrecerles herramientas para transitar estas fechas con más seguridad y compasión», añade Vázquez.
En estos encuentros se realizan ejercicios prácticos y rituales, como la manipulación de pequeños objetos simbólicos, la escritura de mensajes al ser querido o técnicas de respiración y autorregulación, con el objetivo de acompañar a las personas participantes y ofrecerles recursos que les permitan afrontar las emociones con más calma y autocuidado. «En la última sesión que hemos llevado a cabo, cada participante recibió un pequeño saco con un papel, una piedra y una vela, que se colocó en círculo y, posteriormente, se encendió en recuerdo del ser querido», explica Vázquez.
«A continuación, cada persona escribió unas palabras dirigidas a su difunto -‘te echo de menos’, ‘siempre estarás en mi corazón’-, que reconfortan, refuerzan el vínculo y permiten sentir la presencia de la persona querida desde el amor». Finalmente, el grupo trabaja la respiración y el centramiento corporal para aprender a gestionar posibles momentos de desbordamiento emocional.
Además de la atención experta, PFB ofrece recursos pioneros de ayuda al duelo como la Caja de las despedidas, una recopilación de cuentos para afrontar la pérdida en niños entre 3 y 9 años, así como otros materiales para ayudar a los más pequeños a gestionar las emociones a través del dibujo cuando están en los tanatorios (Caja de los recuerdos), además de varios libros de soporte electrónicos para adultos.
