Cementerio de Deva (Gijón)
El Cementerio Municipal de Deva se inauguró el 22 de noviembre de 1999, en el entorno natural del Monte Deva y dotado de instalaciones modernas y servicios integrales. Está ideado para satisfacer las necesidades de la población de Gijón para el presente siglo. Entre sus servicios se incluye el Tanatorio Municipal de Deva, con cuatro amplias salas de velatorio, floristería, sala de cultos y horno crematorio para la incineración de restos. En Deva se ofrece la posibilidad de contratar concesiones por 75 años de cualquiera de sus variadas unidades de enterramiento: Nichos, Urnas para restos, Columbarios para cenizas, Criptas (bloques de tres o cuatro nichos), Sepulturas para inhumaciones bajo tierra y Panteones con distintas capacidades y acabados. Asimismo se incluye entre sus instalaciones el Parque de las Cenizas de Deva que ofrece varios destinos para las personas que optan por la cremación, algunos gratuitos como un Pebetero o la Pradera donde esparcir las cenizas, un jardín para enterrarlas y la más novedosa con plantación de un Arbol junto con el cofre biodegradable.
El Cementerio Municipal de Deva se ha ideado como un parque, perfectamente integrado en su entorno natural que es el Monte Deva. Está ubicado en una parcela de 190.000m2 con fácil acceso y transporte público. Su acceso principal es de estilo moderno, compuesto por tres puertas enrejadas con un dintel triangular en el central.
Dentro de la zona destinada a enterramientos encontramos cuatro zonas perfectamente diferenciadas. Frente a la puerta principal, una gran calle central bajo cubierta sobre la que se puede pasear y por la que se accede a las calles de Nichos, Urnas y Salas de Columbarios para cenizas. A mano izquierda de la entrada se sitúa la zona destinada a Panteones, casi un centenar construidos y cuyas capacidades oscilan entre tres nichos, hasta mausoleos de seis nichos y seis osarios. A mano derecha las tumbas o Sepulturas para inhumaciones bajo tierra, construidas en hormigón y perfectamente impermeabilizadas, tienen capacidad para tres féretros.
Finalmente y quizás lo más novedoso es el Parque de las Cenizas, en el que destacan los árboles que crecen sobre las cenizas de los difuntos, identificados con una placa. El Parque dispone también de espacios donde esparcir libremente las cenizas y un Muro para quien solicite colocar una placa recordatoria del nombre del fallecido.